jueves, 3 de noviembre de 2011

LA FUERZA DE LAS PEQUEÑAS COSAS


Por Rubén García Cebollero

Son las pequeñas cosas las que cambian el mundo. Son las pequeñas cosas las que hacen diferente Cruz del Sur. En la foto podemos ver a Laura Oro y a Jorge Temponi, y resulta inevitable recordad a David Mamet, cuando decía que el objeto de la puesta en escena es atraer la atención del público en la persona que habla, en Manifiesto.

Así que es natural que en Cruz del Sur lo natural sea que nos atraigan los personajes, su actuación, el acierto de Arte, porque parece que la película lo coja a uno entre músicas y emociones y lo arrastre hasta perder la noción del tiempo. Y eso es bueno, porque eso es ritmo. Y eso es ritmo porque, como diría Mamet, la narrativa dramática consiste exclusivamente en hacer que el público se pregunte qué va a ocurrir a continuación.

Decía la gran Merçè Rodoreda, que la vida, por si no lo sabes, está en los detalles. Quizá por eso siento a Cruz del Sur rebosante de vida. La que ha hecho falta para llegar hasta aquí. Toda esa energía que el público podrá percibir, porque Cruz del Sur nos demuestra, y también lo diría Mamet, que nuestra capacidad de trabajo es siempre superior a lo que suponemos.

De ahí que Cruz del Sur esté volando hacia Los Ángeles, en uno de esos pequeños discos duros, en una de esas pequeñas maletas, en uno de esos pequeños sueños en los que todos podemos reconocernos, porque es cierto que no tenemos la fuerza de los gigantes, ni su peso, ni su actitud, pero a cambio Cruz del Sur se sabe humilde, se siente emocionante, y vive alimentada por la fuerza de las pequeñas cosas.

Ya va faltando menos para que seamos muchos, por pequeños que seamos, los que hagamos de este pequeño granito de esperanza una inmensidad de ilusión.




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