martes, 7 de junio de 2011

ALEJANDRO BUSCH EN CRUZ DEL SUR


Estimados: espero no estar llegando tarde con esta misiva. Y ya vertiendo mis expresiones espero no pecar de "salamero".

Es que me ha resultado una experiencia plena de gratitud y que sólo espero que todo lo bueno que he recibido en este trabajo se vea reflejado en mis imágenes y en la de toda la película.

Así que en este momento prendo las velas a San Tony de los Editores para que se entienda vuestra elección por mi trabajo y se disimulen mis naturales limitaciones.

Mi memoria de la peli me instala la sonrisa en el rostro y me reinstala en el regodeo de la sensación del trabajo a pleno.

Si me pregunto cual sería la base de esta buena onda, me quedo con la impresión que me dejó el conjunto y cada uno.

Entonces me dejo llevar por los dedos y las letras y con el orden que me da la gana recorro a estas personas que se volvieron queridas y empiezo por Laura Oro, corriendo a los saltitos después de cada toma a hablarte bajito y como en "privado" (no vaya a ser que te ande dejando pegado) para estamparle la onda al personaje. Mucho de lo bueno también en los ensayos, lindo laburo para encontrar en el personaje lo que no está cantado.

Vuelvo a encontrarme con Tony, de jeanes eternos y dándote esa seguridad de que "vamos tío, con lo que me has dao tengo de sobra" después de soplar su colt y enfundando para una nueva escena. Sólo le faltaba encender los pitillos raspando la cerilla en la bota.

El flaco Íñigo, con quien en algún momento me voy a dar el lujo de reunirme para que me explique y yo entienda, sus impresiones acerca de como consigue un actor dar la propuesta frente a la cámara. Notable.

Sólo hay un tipo en nuestro planeta que puede ser el capitán de esta embarcación y es el señor David Sanz, al que lo veo metido en su campera, su MP3 y su "Juan" caminando en el patio del Hospital Italiano buscando la esencia de la escena y el personaje. Maravilla. Le agradezco la libertad y aceptación que me dió para presentarle a mi "Ruben" y me quedo para siempre con sus sonrisas ante alguna improvisación de los personajes. Que bárbaro. Sólo una cosa: cualquiera diría que es el 1, pero a no equivocarse, en la peli, el 1 es Ruben.

Toda la ternura para Anne, una niña que ya es actriz. No exagero. Luego de casi 30 años equivocándome por escenarios, sets y varios lados mas, lo de Anne casi me provoca envidia. En el trabajo nos divertimos mucho, sobretodo en la estación de AFE tirando la pelotita desde el primer piso.

Beto: es ese tipo con el que podría hacer de todo. Irnos de boliche, hacer un asado, ir al Estadio, visitar un putero, irnos de mochila a Cuzco. Hasta una película podríamos hacer.

Un caso aparte es el de Jorge. Paaah!!! qué placer laburar con este loco. A ver, lo parafraseo: "aquí tenemos este mundo" y yo les digo "aquí tenemos el mundo de Jorge". Una turbina, una planta de energía que empieza a 180 y termina a 180. Destila e imprime buena onda. Cuando quiera puede conducir un programa de show para TV.

El encanto y la simpatía de Andrea son otra obviedad. Tuvimos el placer de compartir la escena en el bar de Ruben y fue una musa inspiradora para la improvisación. Además me recontrabancó al final de mi primera jornada, que me dejé en el vestuario dinero, cargador del celular, cámara de fotos y no sé que mas y allí estaba, respaldando y atendiendo mis mil olvidos. Gracias.

Me disculpan, mañana sigo, son las 4 de la mañana y estoy fundido. Sigo, si lo que escribo les parece bien...

CONTINUARÁ...

Ale Busch